UNA CUESTION DE AUTOCONOCIMIENTO

Para quienes vinculan el Tarot con una práctica meramente adivinatoria, deben saber que el Tarot va más allá de eso, pues también es una cuestión de autoconocimiento, y para ello se erige como un método Terapéutico. 

El Tarot también persigue la superación del hombre, superación que es posible mediante la transformación que se da con la consciencia d sí mismo y el conocimiento de todo lo que representa en expresión de potencial y de ente capaz de realizar todo cuanta viniere a su mente con tan solo desarrollar las facultades y habilidades necesarias para ello. Su objetivo principal consiste en crear una armonía entre el individuo y su esencia, de manera que así pueda resolver sus bloqueos, miedos y otros tipos o patrones de conductas que dificultan lo que sería su realización integral, la máxima exposición o encarnación de su potencial.

Se basa en cinco principios fundamentales, de los cuales es imprescindible tener conocimiento para poder no solo comprender la práctica de lectura del Tarot bajo sus premisas, sino también efectuarlas. 

El primer principio reza que cada individuo es responsable de sí mismo, es decir, de sus decisiones; por tanto el individuo no es víctima de las circunstancias ni producto de ellas sino más bien es producto sus decisiones y las circunstancias vienen a ser consecuencias producidas desde la actuación del hombre. 

En segundo lugar el Tarot terapéutico sostiene que el individuo toma sus decisiones a partir de las creencias y los patrones de conductas enraizados en las creencias. Lo que reduce la construcción de nuestras vidas a las creencias que se asumen como sistema reglamentario de nuestras vidas. 

El tercer principio del tarot terapéutico es que cada individuo es su propio obstáculo para alcanzar su realización en la vida, por tanto el individuo debe claudicar en su resistencia al cambio de patrones de pensamiento que no son funcionales a su realización y al desarrollo de su potencialidad. 

El cuarto principio reza que se atrae lo que se necesita creer, no lo que se antoja y lo que se piensa. Por lo tanto va más allá del misticismo que se basa en el poder del pensamiento para materializar sueños y metas, más bien invita a una evaluación constante de las creencias y de lo que se necesita creer para así combatir los obstáculos expresados en sí mismo. 

En quinto lugar, el Tarot terapéutico declara que cada individuo tiene dentro de sí el potencial para ser feliz, su felicidad no depende de factores externos como la casualidad o la suerte, sino que depende de sí mismo y de la conciencia de sí mismo.

Es importante destacar que cada consulta del Tarot terapéutico tiene un gran paralelismo con una consulta con un profesional de la salud. Este tipo de lectura identifica los síntomas del conflicto de la persona, desajusta los anclas de la enfermedad, busca los orígenes de la enfermedad en la infancia, aplica una receta como método y ofrece un camino de crecimiento.